El joropo llanero

     La historia y la forma de vida del llanero son un reflejo vívido de la cultura y el conjunto de tradiciones de una de las regiones más emblemáticas de Venezuela: Los Llanos. Esta vasta sabana que se extiende entre Venezuela y Colombia, no solo es un paisaje físico lleno de flora vistosa, cúmulos de agua fértil, vacas y caballos en la lejanía, fundos de patios gigantes y caseríos de una sola calle,  sino también un espacio cultural que ha dado origen a un estilo de vida único, caracterizado por su música, costumbres y la relación profunda que los llaneros mantienen con su entorno y cotidianidad.


Mantecal y sus gentes
Fuente: Aldo Díaz

Trabajadores del Hato el Cedral 
Fuente: @hatoelcedral0ficial

     Desde tiempos precolombinos, el llano ha sido habitado por diversas tribus indígenas que se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección. Sin embargo, fue a mediados del siglo XVII cuando los misioneros españoles comenzaron la colonización de estas tierras:

"Los franciscanos se establecieron en Trujillo, Barquisimeto, Carota, El Tocuyo, Caracas, Píritu, sur del Orinoco. Los capuchinos fundaron Cumaná. Maracaibo y el oriente de Venezuela, además de los llanos de Caracas y Guayana. Los angustinos poblaron los Andes. Los jesuitas los llanos y la cuenca del Orinoco." 
— Mariantonia Palacios, Noticias Musicales en los cronistas de la Venezuela de los siglos XVI-XVII

     Así, establecieron las llamadas "reducciones" del Orinoco que integrarían a los indígenas en el sistema colonial como lo hizo Fray José Francisco de Caracas, misionero capuchino en las zonas del Caño Caicara, lo que es hoy Mantecal. En este contexto, los indígenas aprendieron sobre la ganadería y también se familiarizaron con la música y los instrumentos traídos por los colonos. Así, instrumentos como el cuatro (guitarra renacentista de función fúnebre) y el arpa (usado para momentos más festivos), que hoy son fundamentales en la música llanera o como le dicen "música de arpa, cuatro y maracas", comenzaron a formar parte de la cultura musical de la región llanera.

     A medida que se establecieron las primeras haciendas ganaderas, el llanero comenzó a forjar su identidad. Este hombre del llano es, por naturaleza, un ser robusto y vigoroso, moldeado por su día a día, citando a Katrin Lengwinat en su trabajo del Joropo Llanero Tradicional en Venezuela: "el trabajo duro de desmatar las sabanas, amansar bestias y construir cercas", sin embargo, a pesar de las difíciles condiciones de la vida del campo, el llanero es también una persona alegre, parrandera y capaz de anticipar cualquier situación desde su conuco, rodeado de ganado, arboles de samanes y cañafísula, caños, prestamos y ríos. 

     Además, el llano se transforma en un espacio de leyendas y cuentos, especialmente durante las largas noches, donde "la bola de fuego", "la sayona" y "el silbón" surgen como sonidos en la inmesa soledad del cielo abierto y estrellado, alimentando la imaginación colectiva y propiciando momentos de oralidad en las reuniones, donde la música, especialmente el joropo, juega un papel crucial en estas narrativas. El joropo, que se celebra en ocasiones especiales y espontáneamente, es más que una simple forma de entretenimiento, es un acto social que reúne a la familia y los amigos para celebrar la vida.


Mantecal y sus gentes en los años 60
Fuente: Aldo Díaz

     El joropo llanero, como se menciona en anteriores párrafos, es caracterizado por el uso del arpa, el cuatro y las maracas, es una música que refleja la vida cotidiana, las fábulas y la historia combativa del llano. Este género musical ha evolucionado con el tiempo, convirtiéndose desde los años 50 en un fenómeno urbano y mediatizado, aunque sus raíces se encuentran en la tradición llanera, es fundamental distinguir entre el joropo llanero tradicional y las manifestaciones urbanas o populares, ya que la esencia del joropo reside en su conexión con la vida del campo y no en un ámbito demostrativo o competitivo.

     Cabe añadir que la vida del llanero está intrínsecamente ligada a la ganadería extensiva, una actividad económica que ha configurado su forma de vida debido a las dimensiones de tierra que lo rodean. El caballo es un compañero inseparable, es utilizado para labores cotidianas de arreo y en tiempos anteriores para la comunicación con las grandes ciudades o pueblos más grandes de comercio. Este animal no solo facilita el trabajo en la ganadería, sino que también se convierte en un símbolo de libertad y aventura, por eso, en la cultura llanera, el caballo aparece en canciones, bailes y relatos, convirtiéndose en un elemento central de la identidad del llanero.


Momento de arreo de las vacas 
Fuente: @agrofloraca


     Históricamente, el llanero ha enfrentado diversas adversidades, desde la opresión colonial hasta los conflictos por la independencia. De ahí, durante el siglo XIX, muchos llaneros se unieron a las luchas por la libertad, pero también se enfrentaron a la traición de aquellos a quienes apoyaron. La figura del llanero como un guerrero y un defensor de su tierra ha sido forjada a lo largo de los años, y su carácter ha sido moldeado por los desafíos que ha enfrentado, demostrados en los campos de batalla de Mucuritas, Yagual y Las Quesera,s cantadas en el Himno del estado Apure.

     Con el tiempo, el joropo ha pasado de ser una forma de entretenimiento en las parrandas y celebraciones a convertirse en un símbolo de la identidad cultural de los llaneros, tanto en la región de los Llanos Occidentales (Apure, Barinas y Potuguesa) como en la región de los Llanos Centrales (Guárico y Cojedes). La música de arpa, cuatro y maracas, la danza del joropo en parejas y la gastronomía que se disfruta integrada de carne en vara, yuca y bebida, se unen para crear un ambiente festivo comunitario, familiar, fúnebre o religioso.

"Sin lugar a dudas el motivo general para organizar la parranda llanera es la celebración de la vida... las razones podían ser muy diversas: cumpleaños, matrimonios, bautizos, cierre exitoso de alguna faena llanera exigente, la visita de amigos o familiares, la Navidad, la Semana Santa, el día del santo al que se le debiera una promesa, la Cruz de Mayo o simplemente porque sí, porque habían ganas de celebrar."  
— Fidel Barbarito, Joropo llanero: parranda de re-existencia.

     En estos eventos, los llaneros visten sus mejores galas, las mujeres lucen amplias faldas de tapices florales mientras que los hombres visten camisas de manga larga a cuadros, pantalón caqui arremangado y sombrero. 

     La danza del joropo, por su parte, es una expresión vigorosa de alegría y celebración. Se baila en pareja, con movimientos que imitan la vida cotidiana del llanero, como el galope de un caballo, la posición de una garza en una laguna o el trabajo en el campo con utensilios tipo mandadores o palos. Las figuras del baile son variadas y están inspiradas en la fauna y la flora del llano, lo que refuerza la conexión entre la música y el entorno natural. A lo largo del tiempo, el joropo ha experimentado cambios en su forma de bailarse, aunque tradicionalmente se ha bailado en parejas enlazadas, la influencia de estilos de danza de salón y competitividad en las coreografías de escuelas de danza tradicional ha introducido variaciones en la práctica (baile de joropo de sólo mujeres o momentos grupales en la cancion de hombre y mujeres por separado). Hoy en día, el baile de joropo es dinámico y lleno de energía, donde los bailarines siguen ejecutando pasos como el "valsiao" y el "escobillao" de forma más "estética" añadiendo un carácter visual y rítmico a la danza.


Parejas de baile de joropo en las Ferias Populares de Mantecal
Fuente: @chicadebuenasnotas

     Es importante destacar que en el universo sonoro del joropo llanero, especialmente en el estado Apure, se escuchan y componen con regularidad dos golpes: el golpe de joropo y el pasaje. El golpe de joropo es de carácter recio, improvisado, con estructuras armónicas fijas y gran protagonismo del contrapunteo, mientras que en el pasaje, su sonido es más melódico, introspectivo, suave y romántico, con letras fijas y estructuras formales cerradas. Ambas formas comparten una instrumentación tradicional: arpa o bandolacuatromaracas y voz solista. A partir de los años 60, se ha incorporado también el bajo eléctrico como refuerzo armónico para las grabaciones de discografías y presentaciones en vivo en eventos de muchos espectadores. En los estados como Barinas y Guárico, a veces, se sustituye el arpa con la bandola.

     A medida que el joropo llanero continúa su evolución, es crucial que tanto los músicos como los investigadores y la comunidad en general trabajen juntos para asegurar su preservación. Esto implica no solo la documentación de las tradiciones orales y musicales, sino también la creación de espacios donde el joropo pueda ser celebrado y compartido. La música y la danza del joropo no solo son un reflejo de la cultura de los llaneros, sino que también son una forma de resistencia, la historia de pueblos y una celebración de la composición de la identidad llanera venezolana.



Bibliografía:

Vivencias Llaneras del Abuelo. (n.d.). VIVENCIAS LLANERAS DEL ABUELO. Recuperado de https://cuentaelabuelo.blogspot.com

Calderón, C. (1998). El joropo llanero: 50 años de evolución. Fundación Bigott.

Barbarito, F. (2019). Joropo llanero: parranda de re-existencia. Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana. ISBN: 978-980-14-4626-2 [PDF].

Joropo llanero tradicional en Venezuela, en: Revista Venezolana de Música Musicaenclave, vol 9-1, enero-abril 2015, 33 pp., http://www.musicaenclave.com/vol-9-1-enero-abril-2015/

Palacios, M. (2000). Noticias musicales en los cronistas de la Venezuela colonial. Fundación V.E. Sojo. 

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